Ojos Rojos

Introducción

Las rojeces o irritaciones en un ojo son a menudo inofensivas, pero algunas situaciones con un ojo rojo requieren una consulta médica urgente. Si notas que tu visión está disminuyendo, debes consultar urgentemente a un médico.

Los ojos rojos no son necesariamente un signo de enfermedad. Pueden ser causados por frotarse excesivamente los ojos, falta de sueño, ojos secos, resfriado, uso de lentes de contacto, visión prolongada de una pantalla, exposición al sol o a un producto irritante (jabón, polvo, cloro de la piscina, humo).

Además de estas causas, las enfermedades más comunes que causan 'ojos rojos' son la conjuntivitis y la hemorragia subconjuntival.

La conjuntiva es una membrana fina, húmeda y transparente que permite que los párpados se deslicen sobre el ojo. Cubre el interior de los párpados y la parte delantera del ojo. La conjuntivitis es una inflamación de esta membrana, causada, por ejemplo, por una bacteria o una alergia.

La conjuntivitis infecciosa se manifiesta con enrojecimiento en el ojo, picazón, sensación de arenilla en los ojos, lagrimeo y, a veces, secreciones que pueden pegar los ojos, especialmente por la noche. Para evitar que la conjuntivitis que afecta a un ojo se extienda al otro, evita tocarte los ojos y lávate las manos regularmente.

La conjuntivitis alérgica ocurre en una persona que sufre de alergias, como la fiebre del heno. En esta situación, generalmente ambos ojos están afectados, y a menudo también está presente un resfriado con nariz tapada y estornudos.

Una hemorragia subconjuntival es una hemorragia ('una mancha') detrás de la conjuntiva del ojo. Puede ocurrir espontáneamente o después de un ataque de tos o estornudo. Aunque este enrojecimiento puede ser impresionante, es inofensivo.

Tratamientos

Como los ojos rojos pueden ser causados por varios factores, el tratamiento depende del diagnóstico.

Si es un simple enrojecimiento causado por cansancio, luz solar o irritación leve, intenta descansar los ojos, usar gafas de sol y evitar las pantallas por un tiempo. En caso de jabón, polvo u otro irritante en el ojo, puedes enjuagar los ojos con agua o con pequeñas botellas de líquido conocido como 'lágrimas artificiales'.

La conjuntivitis alérgica se trata aplicando compresas de agua tibia tres veces al día y utilizando gotas antialérgicas (por ejemplo: clorhidrato de azelastina o emedastina) hasta que desaparezcan los síntomas.

Aviso

Algunas situaciones requieren evaluación médica: en caso de lesiones oculares, dolores intensos, problemas de visión o dolores de cabeza, es necesario consultar a un médico de inmediato. También la aparición de un ojo rojo en una persona que usa lentes de contacto requiere una consulta urgente con un oftalmólogo.

Para saber más

En el sitio Planète Santé encontrarás una página dedicada a la conjuntivitis y en el sitio del Manual Merck una página sobre hemorragia subconjuntival.